Ya no hay niebla. Por lo tanto el sol ha hecho de las suyas. Pero da igual, Santiago está cerca y ya sólo nos queda una etapa. Muy larga...pero una etapa al fin y al cabo. Hoy los caminos han sido semejantes a los de días anteriores, pero el calor lo ha hecho mucho más difícil.
Mañana tenemos la etapa más larga, pero es la última. La haremos sin mochilas, pero será igual de complicada. Veremos la unidad del grupo para que todos seamos capaces de llegar, independientemente del ritmo de cada uno. Los últimos llegaremos a las tantas, pero llegaremos. Así la satisfacción por el objetivo cumplido será aún mayor.
Esto se va acabando, esperando que cada una haya aprendido la lección. Una de las lecciones de la vida: aceptar las adversidades, pero superarlas con ilusión y esfuerzo.
Mañana os comentaremos algo con la catedral de fondo.
Buen camino para mañana.
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