200 días al año llueve en Santiago o, al menos, eso es lo que dice una de tantas personas peculiares que nos hemos encontrado. Pues nada, ni una sola nube. Ni un solo respiro. Otro día de calor donde el sol nos ha vuelto a castigar.
Comenzamos la etapa más larga a la misma hora que otros días, casi de noche, con la idea de hacer el mayor número posible de kilómetros antes de que saliera el sol... pero no fue posible porque a las 8.30 de la mañana ya nos calentaba de lo lindo.
Pero no había otra opción: teníamos que llegar al Monte do Gozo aún sabiendo que el día iba a ser duro.
La etapa transcurría entre caminos más o menos sombreados, llenos cada vez de más gente. Pero la última parte no fue bonita porque las carreteras quitaban todo el encanto del camino, así como el aeropuerto de Santiago. Y con estas nos presentamos en la base del Monte do Gozo: con un calor impresionante y con unas cuestas.por delante bastante considerables. Llegamos "a cuentagotas" al monumento del peregrino, subiendo cada uno a nuestro ritmo porque era la manera más fácil y más eficaz de llegar arriba.
Ya está. Ya vemos la Catedral. Ya sólo nos queda un pequeño paseo antes de llegar a Santiago.
Va llegando el momento de sacar conclusiones, de reflexionar, de poner en orden lo aprendido, de saber qué compañero me ha ayudado en los momentos "feos", etc. Hace años alguien dijo en este mismo sitio que "el Camino no acaba aquí, sino que empieza ahora".
martes, 9 de julio de 2013
ARZÚA - MONTE DO GOZO
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