Sin quererlo, ya tenemos (casi) todo preparado para empezar esta nueva peregrinación a Santiago de Compostela. Se podría decir que es una continuación a la realizada el año pasado, pero seguramente viviremos situaciones totalmente diferentes, entre otras cosas porque el camino elegido es distinto.
Habéis sido vosotros, los chavales, los que habéis querido continuar con la actividad que realizamos el verano anterior. Las razones pueden ser variadas, pero seguro que una de ellas es que el año pasado lo pasasteis muy bien y seguramente alguna cosa aprendisteis.
Después de "darle muchas vueltas" al asunto, decidimos realizar el camino inglés por varias razones. La primera es que, obviamente, no podíamos repetir el mismo camino. La segunda, y más importante, es que visitaremos lugares completamente distintos a los del año pasado. Conoceremos la "Galicia profunda", de tal manera que estaremos andando por sitios en los que parecerá que el tiempo se ha detenido debido a que habrá poca gente, por la escasez de pueblos relativamente grandes y porque los lugareños continúan ganándose la vida con un pequeño huerto y unos cuantos animales. A lo largo de las etapas comprobaremos que hay pocos servicios públicos, salvo en los finales de etapa que realizaremos en pueblos relativamente grandes.
El camino inglés es mucho menos visitado que el francés, por lo que veremos mucha menos gente que el año pasado. Será totalmente distinto, ya que habrá momentos en los que no veamos a demasiada gente cuando estemos realizando las etapas.
Físicamente es un camino exigente porque en Galicia ya se sabe que las subidas y bajadas son continuas, pero para ello se ha reducido el número de kilómetros de las etapas. A pesar de todo no deberíamos tener ningún problema para realizar el camino a no ser que algún tipo de lesión nos lo impida (ampollas en los pies, tendinitis, etc.), lo cual es algo de lo que nadie estamos libre.
Los pueblos donde dormiremos tienen todo tipo de servicios públicos que nos permitirán solucionar cualquier problema que nos pueda surgir, ya sea médico o de logística.
La llegada a Santiago de Compostela no será el final de nuestra peregrinación, sino que continuaremos cuatro días más hasta Finisterre. Este camino seguro que nos sorprenderá a todos debido a que, en principio, no suele ser muy transitado al ser Santiago el fin de las peregrinaciones para la mayoría de los visitantes.
Ahora sólo nos queda preparar la mochila (poco peso...) y dejar algo de hueco para poder meter lo que vayamos aprendiendo a lo largo del camino.
Comenzamos...
Ferrol: Monolito que indica el comienzo del camino inglés.
Faro de Finisterre, final de nuestra peregrinación.
